

- Dominic Barter
Las prácticas restaurativas no son ni castigo ni mediación ni terapia ni formación.
Los procesos restaurativos, en el contexto de la Comunicación NoViolenta, son enfoques que buscan sanar, reparar y restaurar los sentimientos y las relaciones dañadas a través de la comprensión mutua, la empatía y la cooperación. Estos procesos son útiles en situaciones de conflicto o daño, ya que se enfocan en las necesidades y los sentimientos de las personas involucradas, buscando encontrar escucha y estrategias que cuiden a todas, reconociendo el daño causado.
Cuando nos vemos como enemig*s, no podemos escuchar las necesidades que nos motivan; cuando nos vemos como seres humanos, podemos encontrar la compasión que puede restaurar nuestras relaciones.
Un castigo no cubre la parte de ser entendid* profundamente, desde la experiencia personal. Necesitamos expresión y comprensión. Reconocer los hechos y el impacto causado nos deja recuperar responsabilidad y humanidad, y podemos comenzar un proceso de restauración individual y colectivo.
Se busca entender los sentimientos y necesidades de cada persona, tanto de quien ha causado daño como de quien lo ha recibido. La escucha activa es crucial, ya que permite que todas las partes se sientan comprendidas y validadas y nos deja entender las acciones más allá de tener que estar de acuerdo con ellas.
En lugar de castigar o culpar, el proceso se centra en que cada persona asuma su responsabilidad en la situación sin juzgar. Esto permite que las personas involucradas reconozcan sus acciones de manera constructiva y no defensiva.
Se promueve que las personas expresen sus sentimientos y necesidades de manera clara y respetuosa, sin recurrir a palabras hirientes ni agresivas. Esto facilita una comunicación más abierta y sincera.
La CNV pone un énfasis particular en identificar y satisfacer las necesidades de todas las partes involucradas. El objetivo no es solo resolver el conflicto de manera rápida, sino satisfacer las necesidades de todas las personas para lograr una solución sostenible.
Más allá de la solución del conflicto, los procesos restaurativos buscan restaurar la conexión entre las personas involucradas, promoviendo el respeto mutuo y la cooperación a largo plazo.
Aprendemos y asumimos responsabilidad dentro de un marco de confianza y sostén comunitario. Esto aumenta el crecimiento de vínculos y las ganas a contribuir al bienestar y cuidado de las demás personas.

Las prácticas restaurativas se pueden llevar a cabo entre dos o más personas en forma de encuentros circulares y participativos, facilitado por una o varias formadoras que ayudan en el proceso y en la comprensión empática y honesta.
Sesiones individuales con las personas involucradas, a fin de identificar y escuchar qué significa para ellas lo que pasó, así como para aclarar el proceso de diálogo.
Una o varias reuniones de las partes del conflicto en el mismo espacio, sostenido por la facilitación. En el Círculo, se les dará a todas las personas la misma oportunidad de expresar su verdad y de elegir a una persona del Círculo para que les escuche hasta que se hayan expresado completamente. Y, también, de acordar acciones que promuevan la reparación y armonía entre las partes y de la comunidad.
En esta fase las partes se reúnen de nuevo en un círculo para revisar las acciones que acordaron, viendo conjuntamente: lo que ha pasado desde que hicieron el Círculo; lo que significa para cada persona "lo que ha pasado” y cuán satisfechas están con las consecuencias de "lo que ha pasado" y las acciones que acordaron.
